lunes, 18 de abril de 2011

ORIGEN DEL CAFÉ

La mayoría de los historiadores coinciden en asignar la paternidad del café, como estimulante en el consumo humano, a un modesto beduino (recordemos que es propio de los historiadores asignar paternidades (< ...el padre de la patria, ... el de la química,. el de la psicología.) y, en éste caso, le corresponde a Khaldi, pastor de caprinos posiblemente yemenita, (1) acerca del cual coinciden las leyendas en que aproximadamente corría el año 575 de nuestra era (la fecha precisa resulta inconsistente), cuando este pastor observó que su rebaño de cabras, tras comer los acerezados y carnosos frutos del café, un arbusto natural de sus tierras montañosas, manifestaban un comportamiento diferente, mostrándose más inquietas, juguetonas y resistentes; y Khaldi, intrigado por el cambio conductual de su rebaño y atribuyéndolo a dichos frutos, decide degustarlos, experimentando en él mismo sus seductores efectos psicoestimulantes para posteriormente compartir su descubrimiento con los monjes de un monasterio -posiblemente Islámico zaidí - cercano a sus tierras de pastoreo, quienes iniciaron pruebas más sistemáticas hasta lograr la vivificante infusión que hoy conocemos como café, palabra afrancesada que deriva del turco gahwé cahvé y éste del árabe gahwa. Las leyendas se bifurcan un poco y se mezclan con el Islam, y así cita Brailowsky, (1998) que el propio Mahoma mostró a un santón del monasterio la forma de preparar la bebida a partir de los frutos secos del café; y Álvarez (2000) refiere que Mahoma mismo se curó con dicho brebaje de la somnolencia; citan Duran y García (en Correa, 2003) que Mahoma llegó a decir que bajo su influencia ¡podía vencer a 40 hombres y poseer a 40 mujeres!, y salvada la exageración cuantitativa mitológica, tal milagro pudiera ser lo, es costumbre regional el masticado de los cotiledones secos del árbol del café en éstas regiones árabes.
Etiopía, de donde se supone que se origina la planta. Mercaderes yemenitas fueron los primeros distribuidores de ésta a través de todo el medio oriente, llegando con la expansión del imperio otomano hasta Europa, mucho antes de los sitios de Viena — según cuenta la leyenda el café fue descubierto tras la victoria sobre las tropas otomanas en esta ciudad que dejaron todos sus utensilios, incluido el café.
Caldi entonces lleno de vitalidad, hasta el punto que decidió coger unas ramas de aquel arbusto maravilloso, e irle a enseñar al Abad del monasterio
Para comentar las propiedades de esa planta. El Abad cocino la mezcla, pero el resultado fue una bebida tan amarga que termino en las brasas.
Al cabo de un momento empezaron a sentir el aroma del café tostado que hizo pensar al Abad al tostar esa fruta, y el resto ya es conocido por todo el mundo.

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